Los podcast están viviendo ahora mismo la cresta de la ola, así que es natural que te haya picado el gusanillo y te hayas preguntado cómo empezar un podcast.
Pues no se diga más, aquí está SinOficina🌴 para contarte los secretos de creación de un podcast.
Empezamos 🎙

Qué necesitas para empezar un podcast
Los tres mayores miedos a la hora de empezar un podcast son:
- El equipo me va a costar mucho dinero.
- Grabar audio y maquetar es muy difícil.
- ¿Quién va a querer escucharme a mí…?
Con el dinero a la hora de grabar podcast pasa como con todo aquello que puedas comprar: lo hay de todos los gustos, sabores… y precios, claro.
Pero no necesitas hacer un gran desembolso para tener una calidad de audio media-aceptable. Algunos micros de solapa pueden hacerte el trabajo perfectamente por apenas 30€, y los micrófonos de mesa más populares no alcanzan los 100€.
Y eso es lo que necesitas para grabar podcast: un micro. Y un ordenador, claro, pero suponemos que eso ya lo tienes.
Ahora bien, si piensas en grabar con tu móvil directamente al principio para empezar lo más lean posible, has de tener en cuenta que la calidad del audio es algo que el usuario medio de podcast valora.
A lo mejor no distingue entre un micrófono de 100€ y uno de 1000€. Pero si no se oye bien, si hay ruido, no es nítido o se entrecorta de alguna manera, entonces sí lo va a notar, y eso va a perjudicar la calidad de tu producto.
Vencer el miedo al empezar un podcast
Ya hemos abarcado el primer miedo: lo que te puede costar. Sobre la parte técnica te hablaremos más adelante, pero antes un par de comentarios sobre el tan temido “¿Y a mí, quién me va a escuchar?”.
Verás, a los seres humanos nos encantan las historias. Si tienes historias que contar y las sabes contar, es muy probable que encuentres al menos un nicho de audiencia a quien le pueda interesar.
Lo que está claro es que si no empiezas el podcast, no te van a escuchar.
Puede ser que tengas miedo a qué opinen otros. Puede ser que no te sientas demasiado seguro a la hora de hablar delante de un micro. Para eso, dos remedios: el primero es dejar de prestar atención a lo que piensen otros.
Y si te sientes un impostor, te recomendamos que leas nuestro artículo sobre el tema.
El segundo, es empezar a quitarte ese miedo a hablar. Puedes empezar a participar en otros podcasts antes, en entrevistas conversacionales, que son más sencillas que un monólogo (en principio).
Además, estas colaboraciones pueden ayudarte a conseguir que tu podcast despegue con más facilidad, al granjearte los primeros usuarios que te puedan escuchar.
Pero sin practicar, no hay maestría. Y sin exponerse la primera vez, no hay una segunda.

Cómo desarrollar la idea de tu podcast
Profundicemos ahora un poco más en el producto en sí: tu podcast.
Como ocurre con cualquier producto, hay que tener claro a quién va dirigido (cuál es su público), en qué consiste el producto en sí (cuál es la propuesta de valor, el atractivo) y qué formato va a tomar.
Hay podcasts que son solo entrevistas o mesas redondas. Otros son solo monólogos. Otros intercalan ambos formatos y crean secciones con su nombre y todo, para que la audiencia identifique con facilidad el contenido cuando lo consulte en su app de podcasts favorita.
Todas esas cosas contribuirán a definir tu podcast, así como la frecuencia de publicación.
Hay podcasts diarios, que no superan los 15 o 20 minutos. Hay podcasts semanales, que pueden llegar a la hora de duración. Y hay podcasts que se publican… cuando cuadra a sus creadores.
De todo lo anterior, como ocurre con cualquier otro producto digital de consumo continuado, lo peor es publicar de pascuas a ramos.
Así que si piensas en empezar un podcast, además de subir los primeros tres o cinco capítulos de golpe para que quien te escuche pueda seguir sabiendo de ti y no se quede con ganas, te recomendamos tener alguno ya grabado y editado, listo para salir, en la recámara.
Y una vez tengas definido todo eso, métele mano al tono. A los elementos de marca más puros: una escaleta, los efectos sonoros, el saludo, las primeras palabras, la musiquita esa que siempre sale cuando hay un guiño o un momento de distensión que la audiencia debe identificar.
Algunos de esos elementos aumentarán la exigencia de la posproducción, después de grabar. Pero otros no lo harán, y contribuyen igualmente a la esencia, al carácter del producto.
¿Por qué crees si no que todos sabemos de dónde viene la frase “¿Cómo están ustedeeeeeeeeeeeees?” y la cantamos en nuestra cabeza siempre que la leemos por ahí?
Porque es la esencia, el moto de algo.
Cómo grabar y editar tu podcast
A la hora de grabar, una vez decidido cómo va a ser el podcast, es recomendable que te sitúes en un lugar en el que la captación del audio no reverbere. No hace falta que te metas en un armario a grabar, pero sí es preferible que elijas una estancia pequeña con las paredes revestidas de cuadros o muebles.
Esto hará que la captación del sonido tenga una mejor calidad. Y si eliges una hora prudente para grabar, donde no te interrumpen los mensajeros, no hay demasiadas obras o no suena una sirena del colegio, mejor que mejor: trabajo que te ahorras en la edición.
Antes de grabar, tanto si utilizas un formato de entrevistas como de monologuista, es recomendable que tengas un pequeño guion que seguir y que te permita volver “al redil” si empiezas a divagar.
Pero ten cuidado: la mayoría de las conversaciones guionizadas se notan cuando el guion se impone a la naturalidad. Si tienes que dejar preguntas sin hacer o temas sin tratar, pero el entrevistado está explayándose a gusto con un tema, no tomes la salida del guion como un problema. Le da fluidez y naturalidad a la charla.
De hecho, en esa espontaneidad también se encuentra el valor del podcast, menos sobrio y profesionalizado que la radio tradicional.
Cómo producir tu podcast
La parte de la edición puede tener tanta complejidad como quieras, pero en general una edición mínima del podcast suele ser recomendable.
Cuando quieras introducir elementos característicos e identificativos del podcast, o también a la hora de mejorar el sonido o recortar interrupciones o partes de la grabación original, vas a tener que hacer uso de un programa de edición de audio.
Uno de los más populares, y además gratuito, es Audacity. Pero no solo debes ocuparte del sonido, sino también de la imagen de tu podcast.
Esta imagen de portada permitirá a los usuarios identificar rápidamente tu episodio, así que es conveniente que utilices en ella unos recursos gráficos recurrentes que se asocien con tu marca (formas, colores…).
También deberás tener preparados, antes de subir tu podcast, tanto el título como la descripción. En la mayoría de las plataformas de podcasting, estos dos componentes sirven para posicionarse, así que asegúrate de que incluyes palabras clave de manera natural en tu título y tu descripción.
Cómo subir o publicar un podcast
Vale, llegamos a la parte que incomoda un poco. Que se plantea hasta complicada cuando no has publicado ningún podcast todavía y que en realidad… no es tan difícil.
La publicación de un podcast. ¿Cómo llega un podcast a estar en las aplicaciones más utilizadas? ¿Tengo que ir una por una subiéndolo, o puedo hacerlo de manera centralizada?
Pues bien, la respuesta es que puedes hacerlo de manera centralizada.
Pero empecemos por el principio. Verás, los archivos de podcast deben subirse a un hosting. No el mismo que usa tu página web, pero es un sistema parecido. No te preocupes ahora por subirlo también a tu web, dado que luego podrás hacerlo.
Por ahora, piensa que necesitas un sitio en internet en el que “aparcar” tu podcast. Y ese sitio, es el hosting. A la hora de elegirlo tienes muchas opciones, pero has de tener en cuenta que suelen ser de pago.
Si estás pensando en iVoox, por ejemplo, que es una plataforma de podcasting que también tiene alojamiento bastante popular en España, puedes considerarlo buena opción porque no tiene límite de episodios que puedas subir, pero muchas otras sí lo tienen.
También puedes subirlo a iTunes, a Soundcloud, o a Stitcher, por ejemplo.
Pero, si quieres que con subirlo a un solo lugar se distribuya automáticamente por un montón de plataformas distintas, entonces deberías utilizar una herramienta como Anchor.
Anchor no solo te permite grabar el propio episodio en la herramienta, sino que además te permite distribuirlo por las principales plataformas con solo un clic.

Conseguir visibilidad para tu podcast
Bien, ahora que ya tenemos el primer episodio grabado, editado y publicado… ¿cómo conseguimos los primeros oyentes?
Bueno, pues como en cualquier otro tipo de captación de usuarios que se precie, hay varios caminos que puedes seguir.
El más lógico: contárselo a la gente que ya te conoce. El clásico Family, Friends & Folks que también puedes extender a las comunidades que tengas en tus redes sociales o incluso tu lista de email. Cuéntaselo para que puedan conocerte y puedas capitalizar esas audiencias en forma de nuevos oyentes.
Pero hay más cosas que puedes hacer.
Ya esbozamos una más arriba: colaborar estratégicamente con otros podcasts. Quienes quieran saber de ti y estén consumiendo podcast, encontrarán menos fricción al moverse por la plataforma que ya estaban utilizando a la hora de dar contigo.
También puedes utilizar SEO, es decir, posicionamiento orgánico, en las descripciones de tus podcasts. Y por supuesto, puedes invertir un poco de dinero en publicidad en redes sociales o buscadores para darte a conocer.
O, por último… puedes buscar redes de podcasts como Redcast, que agrupa los mejores podcast de temática digital de España bajo la misma marca, y funciona a modo de sello de garantía.
Con iniciativas como Redcast los podcast se ven expuestos a audiencias más grandes, y los usuarios encuentran episodios de otros podcasts relacionados con las temáticas de su interés. Un win-win de manual, vaya. Y uno siempre puede probar a mandar un mensajito 😉
En fin, estas son las cuestiones básicas que te podemos contar sobre cómo empezar un podcast desde cero.
Esperamos que te hayan servido y, si decides lanzarte, no te olvides de contárnoslo: En SinOficina🌴 nos encantan los lanzamientos de cosas molonas 🚀