En nuestra avezada búsqueda de los mejores sistemas de productividad para emprender, las rutinas de mañana parecen una suerte de unicornio con poderes que puede resolverlo todo. Pero, ¿es verdad lo que se cuenta? Pues eso vamos a explorar hoy en este artículo: cómo hacer una rutina de mañana si emprendes online, y que te sirva de verdad.
Empezamos:

Qué es una rutina de mañana
Una rutina de mañana, rutina matutina o morning routine para los amantes de lo anglosajón, es una serie de acciones que una persona lleva a cabo en las primeras horas del día, de manera ordenada y consciente.
Es decir que, a diferencia de los hábitos, que son automáticos, las rutinas implican acciones conscientes.
Obviamente, todos tenemos una rutina de mañana: una serie de acciones que llevamos a cabo para empezar nuestro día, desde que nos levantamos de la cama tras 20’ de móvil hasta que desayunamos. Si es que hacemos cualquiera de esas cosas.
Pero, ¿cómo influyen las primeras acciones del día en el desarrollo de todo lo demás? Y, si puede influir positivamente, ¿cómo diseño una rutina de mañana que sirva a mi emprendimiento y me permita obtener lo mejor del día y acercarme a estar un poquito más satisfecho y ser un poquito más feliz?
Veamos…
Por qué debes diseñar y trabajar una rutina de mañana si eres emprendedor online
Sorpresa: cómo empieces tu día puede condicionar totalmente tu estado de ánimo. Los estímulos que percibas en los primeros minutos determinan tus sensaciones y emociones, y estas luego determinan tu rendimiento en el trabajo.
Además, como buenos animales que somos, entre estos estímulos también se encuentran factores ambientales que nos condicionan, como la hora solar en que nos levantemos, la cantidad y calidad de nuestro descanso o incluso la dieta.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con emprender? Bueno, la mayoría de emprendedores necesita desarrollar su trabajo de manera inteligente y eficiente, por lo que en teoría quien emprenda preferirá evitar los factores que perjudiquen ese trabajo eficiente.
Todos lo sabemos: es más fácil decirlo que hacerlo, pero el caso es que, con un tiempo tan limitado, no boicotearse a uno mismo es fundamental.
Y una rutina de mañana fácil de seguir que elimine la serie de cosas que no te hacen sentir bien y que perjudican tu trabajo, y que añada los elementos contrarios, puede marcar la diferencia entre un buen día o un mal día.
Dejemos al menos que los malos días lo sean por cosas que vienen de fuera, y no de dentro 😉
Factores clave de una rutina de mañana
Vale, suponiendo que sea cierto que la rutina de mañana va a condicionar tu día y que puedes darle un intento a esto de organizarla para que puedas trabajar mejor, ¿qué debe incluir una rutina de mañana?
Bueno, para que una rutina de mañana contribuya a tu rendimiento, debe incluir al menos los siguientes elementos:
👉 Descanso
El descanso no empieza a la hora que te levantas, sino a la que te acuestas. Dormir menos de lo que tu cuerpo necesita se asocia con mayores niveles de estrés y acortamientos en la esperanza de vida.
Pero no solo importan las horas que duermas, sino también la calidad del descanso. Dormir en una habitación con demasiado calor, con luz residual o con ruido puede perjudicar tu descanso más que dormir menos horas de lo debido.
Además, para facilitar la adaptación de tu cuerpo a la rutina de mañana en cuestión, es recomendable que te levantes siempre a la misma hora, incluso en fines de semana.
Quizá entonces puedes atrasar un poco la hora de levantarte, pero asegúrate de que el domingo estás en la cama a la hora que corresponde y no viendo un episodio más de Netflix, porque si no arrastrarás la falta de sueño desde principios de semana.
Y, ¿cómo sé a qué hora irme a la cama? Pues teniendo en cuenta dos cosas: el tiempo medio que tardas en dormirte (cuanto más breve, mejor), y el tiempo que quieres dormir. A menudo nos vamos a la cama con la idea de dormir 8 horas y aterrizamos en ella 8 horas antes de que suene la alarma.
Sorpresa: jamás dormimos 8 horas. Y hacemos algo que también nos perjudica: dar vueltas en la cama, diciéndole sin querer a nuestro cuerpo que en esa postura está bien hacer otra cosa que no sea dormir.
Si te cuesta quedarte dormido, levántate, pasea un poco, evita la luz artificial o medita, pero no adquieras como hábito el dar vueltas en la cama durante horas o te resultará más difícil conciliar el sueño a la larga.

👉 Activación
El segundo elemento relevante en la creación de tu rutina de mañana es la activación. Para evitar que nuestro cuerpo entienda que ya no debe seguir descansando y para despejar la mente, activarse es primordial.
Desde hacer unos estiramientos básicos, a ducharse con agua fresca o incluir un paseo breve a buen ritmo según te levantas, cualquier cosa que ayude a que tu cuerpo y tu mente se aclaren y activen será beneficioso para empezar el día con la energía al máximo.
👉 Nutrición
Independientemente de la manera de alimentarte que elijas, nutrir tu cuerpo (incluyendo tu cerebro) condiciona tu estado de ánimo tanto o más que los factores anteriores.
Si eres de los que no desayuna, asegúrate de que has ingerido suficientes nutrientes en las comidas del día anterior para encarar el día. Y si prefieres desayunar, entonces elige bien qué metes en tu cuerpo y cuáles son tus necesidades nutricionales.
Aunque ya sabes: para conocer todo eso, mejor un profesional.
👉 Atención
Si por algo se caracteriza nuestro momento histórico es por la obscena cantidad de elementos en los que se puede dispersar nuestra atención a lo largo del día.
Las redes sociales. El correo según te levantas. El periódico. La tele. Incluso la radio, en esas mañanas que algunos nostálgicos aún tienen.
Las primeras horas del día son aquellas en las que nuestra atención está más receptiva, y en la que nuestro cerebro tiene mayor capacidad de tomar decisiones de manera objetiva.
Conforme avanza el día y se suceden los estímulos, especialmente en torno a las horas en las que solemos comer, nuestra capacidad de tomar decisiones se resiente. Y esto es así aunque seas una persona “nocturna” de esas a las que le encantaba estudiar por la noche.
El fenómeno, por cierto, se denomina “fatiga de la decisión”. Por ello, elegir hacia qué lugares diriges tu atención por las mañanas determinará la manera en que consumes la mejor de tus energías.
Evitar estímulos banales y centrar tu atención en lo importante, ya sea con una sesión de Deep Work o trabajo en profundidad sin distracciones, o en prácticas de atención plena como la escritura en un diario o la meditación activa, pueden incrementar tu rendimiento global con solo mejorar en ello un 1% diario.
Ejemplos de rutinas de mañana de personas de éxito
Ahora bien, ¿necesitas todo lo anterior para ser un emprendedor de éxito? Bueno, depende.
En este post no hemos hablado de éxito. Hemos hablado de sentirse mejor con uno mismo. Pero quizá te hayas preguntado alguna vez cómo iniciaban sus días grandes figuras de la historia o personas que puedas admirar.
Así que veamos cómo empezaban sus rutinas de mañana algunas personas de éxito por si puedes coger ideas:
👉 Benjamin Franklin: Un clásico de las rutinas. En su autobiografía, cuenta que se levantaba a las 5. Antes de las 8 se había aseado y había hecho la tarea más importante del día, esa que, en sus propias palabras, “le acercaba a su propósito”. Luego desayunaba, y trabajaba en otras tareas hasta el mediodía.
👉 Steve Jobs: Daba comienzo a sus días a las 6 de la mañana y trabajaba hasta que sus hijos se levantaban para irse a la escuela. Después de que se fueran trabajaba un poco más en la tranquilidad de su casa, antes de dirigirse a la oficina.

👉 Thomas Mann: Se levantaba, tomaba un café rápido, desayunaba con su mujer y se aseaba, todo ello en menos de una hora. A las 9 ya estaba en su estudio, un lugar donde las visitas estaban prohibidas y donde llevaba a cabo el trabajo más arduo sin interrupción hasta el mediodía.
👉 W.H. Auden: Conocedor de que sus horas más activas tenían lugar entre las 7 de la mañana y el mediodía, se levantaba poco antes de esa hora, se ponía un café e iba inmediatamente después a trabajar. Además, se acostaba puntualmente antes de las 11.
👉 Elon Musk: Madrugador empedernido, resuelve en la primera media hora del día su correo electrónico más importante, hasta que sus hijos están listos para irse a clase. Después, se dirige a la oficina donde desarrolla el trabajo más intensivo en recursos de atención y tiempo por las mañanas y tiene reglas muy estrictas a la hora de decidir qué tareas merecen su atención, y cuáles no.
👉 Hemingway: En pie entre las 5 y media y las 6, independientemente de lo que hubiera ocurrido el día anterior, se levantaba y aseaba y se ponía a escribir sin parar. Lo más importante para él siempre fue continuar con su hábito de escribir en las primeras horas del día.
Vaya ristra de madrugadores, ¿verdad?
Bueno, pasa con las rutinas de mañana y con casi cualquier elemento relacionado con la productividad, que a menudo se mitifica. No necesitas madrugar para tener más éxito, pero si te acostumbras puedes aprovechar las silenciosas horas antes de que el mundo se despierte.
En fin, estas son nuestras recomendaciones sobre cómo hacer una rutina de mañana: una herramienta que, bien diseñada y adecuada a tus gustos, puede hacer que exprimas al máximo las mejores horas del día.
Pero no lo olvides: una mañana empieza también la noche antes. Cuidar el descanso, la nutrición, la activación de nuestro cuerpo y las cuestiones a las que uno dedica la atención desde el principio, pueden hacer que sientas que el día ha merecido la pena antes incluso de la hora de comer 😉