Emprender desde casa es una opción preferida por un número creciente de personas, año a año.
Lo es a veces como sueño, y a veces como la única posibilidad para conseguir el estilo de vida que se desea.
Pasar más tiempo con la familia y los amigos, disfrutar de la crianza de los hijos o tener la oportunidad de llevar una vida más o menos nómada son los grandes atractivos de emprender desde casa.
Además, cada vez hay más proyectos que pueden testarse y desarrollarse sin grandes inversiones, lo que genera unas barreras de entrada bajas que pueden facilitar el emprendimiento.
A fin de cuentas, jugártela a montar algo desde casa sin gastar demasiado dinero (o tiempo) suena bastante atractivo, ¿verdad?
Pues si estás pensando en emprender desde casa y pasas de los típicos listados de “ideas para trabajar desde casa”, este es tu artículo.
Bueno, no hace falta que pases de los listados. Al final te hemos dejado el nuestro, pero la miga de los consejos está antes 😉
Allá vamos:
El mayor error que puedes cometer antes de emprender desde casa
Antes de los consejos, una precisión terminológica y una advertencia ⚠
Emprender desde casa, trabajar desde casa, teletrabajar y trabajar en remoto son términos parecidos que a veces se utilizan indistintamente, pero no son lo mismo.
👉 Trabajar desde casa es desarrollar tu labor habitual desde el mismo lugar en el que vives, tanto por cuenta propia, como por cuenta ajena.
👉 Teletrabajar implica desarrollar un trabajo desde un lugar diferente de aquel en que se encuentra el centro de trabajo habitual. Cuando tu trabajo se desarrolla con un ordenador es sencillo, pero si fabricas los productos de tu tienda online eso de teletrabajar se complica.
👉 Trabajar en remoto es un término que suele hacer alusión al hecho de trabajar en equipo de forma totalmente deslocalizada. Unos miembros pueden estar en sus casas y otros en la oficina de la empresa (si existiera)… o pueden estar todos en lugares distintos.
Esta forma de trabajar exige unas habilidades de comunicación concretas y un estilo de trabajo adecuado, y puede darse tanto entre trabajadores por cuenta ajena de una empresa, como entre trabajadores por cuenta propia que desarrollan colaboraciones en proyectos concretos.
Pero, a lo que nos interesa:
👉 Emprender desde casa implica, esencialmente, emprender. El “desde casa” solo indica el lugar.
Así que, y este es el consejo: si piensas emprender desde casa pero no tienes una idea de negocio que testar, o no tienes unas habilidades que cubran una necesidad del mercado, reflexiona si quieres emprender o lo que quieres es un estilo de vida “desde casa” o “en remoto”.
Porque ya sea en una oficina, en un parque o desde casa, en “emprender desde casa” lo importante es emprender.
Muchas personas, de hecho, emprenden desde casa con éxito pero, o bien no se acostumbran del todo, o no consiguen ser todo lo productivos que les gustaría, así que acaban buscando un lugar físico separado en el que trabajar, al menos, algunos días por semana.
Y además, para que tu trabajo sea “desde casa” o lejos de una oficina típica, tienes fórmulas de teletrabajo o trabajo en remoto, que cada vez se demandan más, y sin meterte en el embolado del emprendimiento.
No las descartes si quieres un estilo de vida SinOficina🌴 pero aún no es tu momento de emprender 😉
Cómo emprender desde casa
Para emprender desde casa, además de la idea de negocio que quieres convertir en proyecto rentable, debes contar con una inversión básica.
La mayoría de las personas que emprenden desde casa desarrollan su trabajo con poco más que un ordenador, pero esto ya es una inversión.
La mesa en la que trabajar, una buena silla en la que no dejarte la salud y unos cascos, junto con algún otro dispositivo, ya añaden cifras a la lista de “básicos”.
Pero la inversión se dispara si en lugar de desarrollar un trabajo puramente digital (por ejemplo, creación de contenidos para un blog) quieres desarrollar uno más “manual”.
Tu propia tienda online de macramé necesitará de un espacio en el que colocar tus materiales, tus productos ya hechos, y en el que puedas diseñar y fabricar esos productos.
(Por cierto, este es el típico emprendimiento desde casa que no es remoto: no te vas a llevar a una playa de Bali todo tu taller de macramé… ¿no?)

Una vez tienes el sitio, debes darle una vuelta a otra cosa muy importante: la forma que vas a elegir para tirarte a la piscina.
Porque puedes empezar mojándote los pies, usando para emprender solamente tu tiempo libre y compaginándolo con tu trabajo habitual… o puedes lanzarte con triple tirabuzón, dejándolo todo y jugándotela a una carta.
En el mundo anglosajón, donde las palabras combinan para nombrar a casi cualquier cosa, llaman a las actividades del tiempo libre que se convierten en fuente de ingresos “side-hustles”. Sí, también a los que empiezan siendo meros pasatiempos.
Pero entre un side-hustle y un full-time (dedicación a tiempo completo), emprender desde casa tiene también la modalidad parcial.
Pasas, con cautela, de un pasatiempo que te da un dinero extra a plantearte reducir tu jornada laboral para dedicarle más tiempo a tu side-hustle. Y este emprendimiento a jornada parcial, o part-time, puede seguir creciendo sin dar carpetazo a tu jefe, y sin asumir el riesgo de perder un trabajo que recuperar más adelante, si la cosa no marcha.
Como ves, emprender desde casa no es únicamente juntarte en un garaje con cuatro amigos y dejarlo todo (¿todo?) para montar el próximo Google.
Hay otras formas, pero la ideal para ti no la conoce nadie.
En el emprendimiento no hay verdades absolutas y la mejor forma en la que emprender para ti dependerá de tus recursos, de cuánto puedas mantenerte si se diera el peor de los casos, y cuánto estés dispuesto a arriesgar.
7 consejos básicos para emprender desde casa
Ahora que hemos sentado las bases, aquí te van los consejos:
1 – Una casa es un sitio en el que (con)vivir
Es una obviedad, pero si vives con otras personas (tu pareja, tus padres, tus compañeros de piso), que emprendas desde casa puede afectar a la convivencia.
Quizás necesites un espacio concreto de la casa para trabajar, o quizá vayas a cambiar tus rutinas a la hora de relacionarte con las personas con las que convives.
Hablar sobre ello y conocer las expectativas de todas las personas hace menos probable que haya conflictos en el futuro.
2 – Sentirás la soledad
Emprender es un camino solitario, especialmente si no se cuenta con un equipo o un grupo de personas con quien compartir vivencias y opiniones.
Y si emprender es un camino solitario… imagina hacerlo desde casa. Si vives solo es posible que haya días en los que solamente tu gato te responda a una pregunta hecha en voz alta. Por algo así nació SinOficina🌴
Conocer cómo gestionas la soledad y cómo puedes paliar sus efectos negativos puede ser interesante cuando se trata de emprender.
3 – Ten clara la idea de negocio
Insistimos… Emprender requiere una idea, que debe estar más o menos clara. Y a ser posible, con algo de forma.
Si tienes claro que quieres emprender, conoce bien la situación legal que aplica a tu sector, puede ser que haya cosas tecnológicamente posibles que no se puedan hacer por una cuestión jurídica, y esto puede ser un problema para que tu idea se convierta en realidad.
Imagina si te lanzas a la piscina, dejas tu trabajo y a los tres días te enteras de que la forma en que ibas a monetizarla es directamente imposible en el marco jurídico que hay que aplicar.

4 – Lánzala al mercado cuanto antes
Tu entorno cercano no va a darte una opinión sobre tu producto o servicio tan amplia y tan vinculante como la que te puede dar el mercado.
Si vas a sacar adelante un proyecto, es mejor que te concentres en que lo más básico funcione bien y puedas hacer pruebas cuanto antes “en el mundo real”.
Así podrás saber si existe demanda y si cabe la posibilidad de empezar a adornar el esqueleto de tu idea.
5 – Diseña tu espacio
Volvemos al “desde casa” de este “emprender”: diseña tu espacio. Para emprender desde casa necesitas un lugar en el que poder trabajar con comodidad.
En el que desarrollar tu trabajo cuando sea necesario, pero que puedas abandonar cuando la jornada ha terminado. Quienes no cuentan con un espacio propio, aislado y cómodo en el que trabajar encuentran serias dificultades para ser productivos y cumplir los objetivos que se proponen.
A este respecto no se debe olvidar la salud: si tu trabajo implica pasar muchas horas en el ordenador, alternar tu postura sentado con ratos en los que estés de pie, o revisar la distancia a la que sitúas la pantalla y la altura que tienen respecto de tus ojos, es fundamental para atrasar la aparición de lesiones.
Si no puedes tener un sitio propio y sufres muchas interrupciones, puedes aprovecharte del uso de unos cascos con cancelación de ruido o establecer una rutina con las personas con las que vives para que en un horario concreto eviten interrumpirte.
6 – Controla los tiempos
Cuando trabajas desde casa, la línea entre trabajar y no trabajar es muy fina, en cualquier dirección. La flexibilidad de trabajar desde casa hace que puedas aprovechar un momento de inspiración a una hora intempestiva… o que estés enganchado al ordenador día tras día.
Y cuando emprendes, la línea es más fina todavía.
De hecho, es habitual que, al menos los primeros meses o años, las jornadas de trabajo de quien emprende desde casa se alarguen irremediablemente.
Esto puede afectar negativamente a tu salud, a tus relaciones personales, a tu productividad y a tu capacidad para tener buenas ideas.
Además, cuando una persona se dedica a algo que le gusta, es incluso fácil que pierda la noción del tiempo.
Tener un sistema de organización en el que se reserve tiempo para el descanso y el ocio tiene incontables efectos positivos en la sensación de bienestar y en la calidad del trabajo que se realiza.
7 – Las cuentas claras
Hay un error de emprendedor que se repite continuamente: el descontrol financiero.
Aunque pueda parecer lo contrario, se debe distinguir muy bien la actividad a nivel financiero de la empresa de las finanzas personales.
Una de las cosas para mí imprescindible es ponerte una nómina, aunque sea muy baja, pero no mezclar los gastos de autónomo con los personales. Si haces esto puede ser un auténtico caos a la larga.
Ivan BarredaSi el emprendimiento va a ser en solitario, puedes separar los gastos hacerlo asignándote una “nómina” mensual. Al principio puede ser que esta sea baja, por lo que tener dinero ahorrado va a marcar la diferencia al principio, atrasando el momento de abandonar si no se cumplen las previsiones de rentabilidad.
De hecho, el control de los pagos de clientes de forma eficiente y de la estructura de gastos, ingresos y ahorro puede suponer la diferencia entre crecer o esperar. Entre invertir o contratar a alguien, y entre mantenerse… o cerrar.

Sectores en los que puedes trabajar desde casa
La mayoría de los artículos que explican consejos para emprender desde casa en realidad son listados de sectores en los que los profesionales trabajan desde casa de forma ya habitual.
Nosotros no queríamos ser menos, después de contarte lo que hemos ido descubriendo en nuestra propia andadura en SinOficina🌴 y que creemos que tiene aplicación real.
Así que allá va nuestro listado, por si estás dudando qué sector te puede interesar más:
- Diseño gráfico. Cartelería, identidad de marca, logotipos…
- Redacción publicitaria. También conocido como copywriting, es una profesión creciente.
- Media buyer. Consiste en la gestión de campañas de publicidad para la compra de tráfico online en redes sociales y en buscadores.
- Community Management. La gestión de redes sociales es una de las profesiones digitales más asentadas.
- Diseño web. Una página web debe ser funcional y cumplir su objetivo; el diseño ahí tiene mucho que decir.
- Desarrollo web. Las tripas de las páginas web se trabajan en el desarrollo.
- Programación. Con infinitas aplicaciones al mundo digital, un buen programador es un ahorro en tiempo y dinero para cualquier empresa.
- Automatización de procesos. Todo lo que tenga poco valor y sea repetitivo, se puede automatizar.
- Asistencia virtual. Los asistentes virtuales permiten que sus clientes despejen sus agendas para llevar a cabo las tareas en las que más valor pueden aportar, resolviendo necesidades relacionadas con sus procesos de gestión y facturación.
- Consultoría. En prácticamente cualquier sector, la consultoría puede llevarse a cabo a distancia, en la mayoría de los casos.
- Artesanía. La venta de productos creados artesanalmente y las bajas barreras de entrada para montar una tienda online hace que proliferen quienes quieren convertir la artesanía en una fuente de ingresos.
- Creación de contenido digital. Desde el redactor de contenidos al diseñador de creatividades para redes sociales, pasando por quien conoce la tecnología del sonido lo suficiente como para montarle un podcast a otros.
- Venta online sin stock. Conocido cono “dropshipping”, es una apuesta de intermediación entre clientes finales y proveedores originales que resulta lucrativa en ciertos casos. No obstante, conlleva el riesgo de que quien es titular de la tienda online responde ante el cliente final de los errores en las ventas, aunque no disponga del producto.
- Fotografía y vídeo. Cuando se trata de trabajos en exteriores, el estudio no es necesario y los trabajos de edición pueden desarrollarse con facilidad desde casa.
Estos son los consejos que tenemos en SinOficina🌴 sobre cómo emprender desde casa. ¿Quieres más? Apúntate a nuestra newsletter semanal y continúa aprendiendo 🙂