Lo llames hacer contactos o prefieras el término anglo, el networking cuando eres tímido es todo un problemón. Pero tenemos buenas noticias, porque con el networking pasa como con muchas cosas en esta vida: se puede aprender.
Y para eso estamos aquí hoy. Para enseñarte cómo hacer networking aunque seas de esas personas a las que les sudan las manos cada vez que tienen que pedir una consumición en un bar.
Empezamos:

Qué es el networking y cómo se hace
Empecemos por el principio: ¿qué es el networking? ¿Se trata solo de hacer contactos? ¿Le ponemos palabras en inglés porque es lo que se lleva, pero llevamos toda la vida haciéndolo?
Bueno, no exactamente. El networking es el proceso por el cual un profesional conoce a otros profesionales, establece relaciones con ellos y las nutre y alimenta con el objetivo de desarrollarse personal y profesionalmente.
Vale, entendido. Y el networking, ¿cómo se hace?
Pues ahora, de distinta manera, teniendo en cuenta que los eventos presenciales son más puntuales que recurrentes. Hoy en día, realizar networking “a la vieja usanza” es más complicado. No obstante, en el mundo online existen iniciativas que tratan de paliar el problema, y que facilitan establecer relaciones profesionales bajo su propio formato e idiosincrasia.
Pensemos, por ejemplo, en Twitter. Una red social extraordinaria que, bien usada, permite tener a golpe de tweet a cualquier profesional de referencia, especialmente si se dedica al sector digital.
Y es que, en realidad, los fundamentos del networking son los mismos en el mundo online y en el offline: ten algo que aportar a los demás, cuéntalo y los contactos llegarán.
Ya sé lo que estás pensando: muy bien, pero la parte del “contar” es lo difícil si eres tímido…

Habilidades para hacer networking si eres tímido
Vale, si soy una persona tímida y quiero o necesito sí o sí hacer networking, ¿qué habilidades necesito desarrollar? O, dicho de otro modo, ¿qué habilidades tiene un buen networker?
En general, a una persona le resultará más fácil hacer contactos profesionales duraderos si es comunicativa, trabaja su seguridad en sí misma y aprende a gestionar debidamente los rechazos.
¿Fácil no? Pues no. Si eres tímido, es posible que eso sea lo que más miedo te da del mundo.
No te sientes cómodo recibiendo atención, o temes meter la pata y ser la comidilla del evento en algún otro momento.
A veces hasta fantaseas con que respondes mágicamente en esa conversación en la que te quedaste callado. Y otras veces se te seca la garganta cuando quieres decir “hola”.
Bien, si esa es tu situación, entonces esas son las habilidades que debes desarrollar. Comunicación, seguridad y gestión emocional.
Veamos qué tal cada una de ellas.
Cómo triunfar en un evento de networking a pesar de ser tímido
Te voy a contar un secreto: la persona más extrovertida del mundo también tuvo que iniciar una conversación sintiéndose incómoda alguna vez. Es algo que nos ha pasado a todos.
Pero pensemos en qué contexto se da la timidez que nos interesa. Hablamos del networking, de eventos profesionales (ferias, reuniones, congresos, grupos…) donde lo más probable es que la gente no se conozca entre sí.
Y la gente va. Y hablan.
¿Por qué? Porque saben que están todos en la misma situación.
Queremos decir: el “mal de muchos” funciona aquí. Van a hacer networking sabiendo que debe haber un momento en el que lanzarse y preguntar, y que hay gente que va a responder porque si no, ¿para qué están allí?
Esos eventos existen por una razón. Los contactos. Entonces, ¿cómo podemos trazar una estrategia que nos facilite vencer la timidez en un evento de networking?
Empezando por el principio:

Antes del evento de networking: mentalizarte para vencer la timidez
Vale, quieres ir a ese evento, o a ese grupo o a esa cena en la que apenas conoces a nadie. Empiezas a sudar solo con pensar en ello. Entonces, ¿qué puedes hacer?
Mentalízate.
Lo hemos dicho: vas a ir a un lugar en el que la mayoría de la gente se va a encontrar en la misma situación en la que tú estás. La idea es, precisamente, hacer contactos, así que debería haber una parte de ese evento diseñada para facilitar la comunicación.
Búscala.
No será como cuando en un campamento siendo niño dedicas los dos primeros días a conocer un poco de tus compañeros de grupo, pero parecido. Al menos habrá café, y el café siempre es bueno.
(Si está malo, tan malo que es horroroso, te dará un tema de conversación.)
De hecho, es recomendable que pienses con antelación en el tipo de gente que va a ir a ese evento y el tipo de preguntas abiertas que puedes realizar. Cosas que no se respondan con un sí o un no, sino que permitan al otro desarrollar su respuesta, evitando que la conversación muera y eso se parezca más a una entrevista.
Y, ¿qué más puedes hacer para mentalizarte?
Un truco que funciona muy bien para esto es plantearte qué es lo peor que puede pasar, y cómo de relevante será esa situación en tu vida personal y profesional.
¿Quizá dices algo inapropiado? La mayoría de gente hablará con muchas personas a lo largo del evento, lo más probable es que en un par de días ni se acuerden. ¿Quizá temes no encontrar gente interesante? Bueno, sentado en casa sin hablar con nadie tampoco se encuentra gente interesante.
Una pelusa rodando por el pasillo, quizá.
Gente interesante, no.
Busca tus razones para ir y aprovechar la oportunidad. Y si ves que tu cerebro empieza a intentar convencerte de que no quieres ir, anótalas y repítelas.
Si no saltas, nunca sabrás qué se siente al saltar.
En el evento: hazlo, a pesar del miedo
Todo el mundo tiene miedo a algo. Tener miedo es una reacción natural diseñada por la Madre evolución para que sobrevivamos.
Y si no trabajas para vencer y gobernar el miedo, algún día será él quien te venza y te gobierne a ti. Así que aquí tienes la lista de consejos para cuando estés allí.
👉 Cuando llegues al momento M del día D, recupera esas razones por las que quisiste ir.
👉 Acércate a alguien que también está solo. Quizá lo está pasando tan mal como tú, y lo agradecerá. Di “Hola”, tu nombre, a qué te dedicas y por qué estás allí. Y pregúntale: ¿y tú?
👉 O, si quieres, intenta minimizar el efecto “soy el nuevo” y únete a una conversación ya iniciada, aunque sea de refilón. Recuerda que una vez la conversación se pone interesante, a nadie le importa ya no tener ni idea de con quién está hablando.
👉 Y dirás: ¿y qué pasa con los que ya se conocen? Es cierto, es cierto. En algunos eventos siempre están aquellos que ya se conocían y se pasan juntos todo el rato del networking. Te cuento otro secreto: no han ido a hacer networking. Han ido a ver a sus amigos. Esos son generalmente los más difíciles de abarcar.
👉 También puedes intentar ser consciente de cómo te vas sintiendo en cada momento y tomarte un respiro si lo necesitas. Puedes salir del edificio o aclararte la cara y las muñecas en el baño.
👉 En cualquier caso, intenta recordar los nombres de las personas que vas conociendo. Queda muy feo no acordarse, aunque le hayas prestado mucha atención.
👉 Para tener ubicados a los asistentes, aprovecha si quieres la opción de geolocalización de LinkedIn y conecta con algunas personas que también la hayan activado.
👉 Controla las redes sociales del evento. Podrás empezar una conversación con más facilidad con las personas que ya reconozcas por su actividad en redes sociales.
👉 Anota en un bloc tus impresiones y referencias de quienes vayas contactando, o incluso usa la misma tarjeta que te den. Así podrás retomar más adelante el contacto aprovechando alguna cuestión que hablaseis en la conversación.
👉 Al llegar a casa, revisa quiénes te han resultado más interesantes e intenta contactar con ellos ya en redes sociales. Así será más fácil situarlos en el radar.

Mantener el contacto después del evento de networking
Una parte de la que muchos se olvidan al hacer networking es el mantenimiento de los contactos. Vamos, que cogen el “net” y se dejan el “working”.
Sin que sea necesario escribir y contactar con tanta regularidad como lo harías con un amigo, sí es importante mantener cierta frecuencia en el contacto con la gente que te resulte de interés.
La primera vez que contactes con ellos después del evento, te ayudará mucho haber anotado algunos detalles en cada caso. Podrás retomar un tema de conversación, haciendo fácil que identifiquen tu cara, el tema de conversación y de paso, tu nombre escrito en el email.
De hecho, en su versión digievolucionada, tus impresiones sobre tus contactos pueden ser un activo nada desdeñable. En inglés se llama “sistema de gestión de contactos profesionales” y se está poniendo de moda cada vez más.
Una base de datos con nombres, direcciones de contacto, intereses, temas de conversación y un inventario de cuándo fue la última vez que hablasteis, por qué medio y de qué, hace extremadamente fácil retomar la relación con un contacto al que hace tiempo que no ves.
A fin de cuentas, se trata de que el viaje hasta el evento, el tiempo y el dinero invertidos resulten rentables. Si eres tímido, hacer networking solo te resultará un poquito más difícil que a otras personas que no lo son. Pero con una buena preparación, un trabajo de gestión emocional y un poquito de esfuerzo, verás cómo lo consigues.
Y si no, siempre puedes aprovecharte del online, y entrar en un sitio como Sin Oficina🌴 donde tenemos un bot que empareja gente de la comunidad al azar para una conversación breve… y no veas qué proyectazos están saliendo de ahí 😉