Si te mueves en el mundo emprendedor, lo mismo has oído a alguien decir alguna vez: “Pues el otro día estaba con mi grupo de mastermind y…”. Uno lo oye la primera vez y claro, se queda pensando: ¿eso cómo es? ¿Será útil? Y, lo más importante: ¿se come?
Pues si te ha dado vergüenza preguntar en esa conversación qué es un mastermind y todo lo demás, no te preocupes. En Sin Oficina🌴 tenemos una bonita tradición de grupos mastermind, casos de éxito, meteduras de pata y aciertos… y te los vamos a contar.

Qué es y para qué sirve un mastermind
Vamos a empezar por el principio: qué es y para qué sirve un mastermind.
Un mastermind es un grupo de personas que se reúne periódicamente para conseguir mejorar algún aspecto de sus vidas. Puede ser profesional o personal, por supuesto.
¿Para qué sirve un mastermind, entonces? Pues para mejorar, y para varias cosas más. Por ejemplo, sentir que uno se encuentra menos solo, y que además hay otros cerca que han pasado por cuestiones similares que han sabido resolver o que, como mínimo, comprenden qué es lo que estás sintiendo.
El hecho de que la reunión sea periódica y el grupo sea razonablemente cerrado, también permite adoptar una vista temporal sobre el proyecto de cada uno y el de los demás, haciendo más sencillo evaluar el progreso.
Y esta evaluación no es algo que tomarse a la ligera. Habitualmente, salvo que alguien nos diga o convenza de lo contrario, tenemos una fuerte tendencia a recordar más lo negativo que lo positivo.
Se llama sesgo de negatividad y tiene una función útil: garantizar nuestra supervivencia. Pues bien, como ya no vivimos en la sabana, resulta que estar todo el rato pensando en lo malo no nos ayuda tanto.
Y si además tenemos que evaluar nuestro progreso y recorrido… pues puede que la cosa no sea especialmente objetiva. Y ahí entra la percepción de los demás miembros del mastermind.
En fin, ¿para qué sirve un mastermind? Para eso también: para hacer menos solitario el camino de uno mismo.
Tipos de mastermind
Los mastermind se pueden clasificar de varias maneras.
Pero primero: en general, un mastermind no suele superar la cifra de 4 o 5 personas, puesto que grupos de mayor tamaño dificultan que todos los participantes tengan su sitio en la reunión.
Los tipos de mastermind suelen atender más a las temáticas y objetivos, y a la frecuencia de reunión.
Por ejemplo, hay masterminds que giran en torno a una habilidad o tema concreto. Digamos, el desarrollo personal.
También hay masterminds que se centran en aportar ideas para que cada integrante cumpla con sus objetivos de negocio, a título personal. Y masterminds que toman una dinámica de rendición de cuentas, en la que los integrantes funcionan como elementos de presión social para que todos cumplan sus tareas u objetivos, e incluyen sanciones y todo.
Por otro lado, respecto de la frecuencia, también tenemos cierta variabilidad.
Hay grupos mastermind que admiten una reunión cortita y frecuente, como los de rendición de cuentas. Y grupos que se reúnen sí o sí todas las semanas o, al menos, cada dos.
En cualquier caso, las reuniones son periódicas y fijas, facilitando que cada integrante del grupo pueda establecer su agenda de tal manera que garantice su asistencia.

5 cosas que necesitas antes de crear un grupo mastermind
Como con todo en esta vida, si quieres hacer las cosas bien debes pararte a pensar un momento qué necesitas antes de dar el primer paso.
En el caso de un grupo mastermind, por la experiencia que tenemos en Sin Oficina🌴 sabemos que le sacarás el máximo partido si cuentas con lo siguiente:
👉 Un propósito claro.
Algunas personas entran en un mastermind sin tener un propósito del todo definido, una razón concreta por la que participar o una expectativa clara de qué les cabe esperar.
Si te unes a un grupo mastermind con un propósito definido, te será más fácil comprometerte y establecer una relación duradera que te permita alcanzar tus objetivos.
👉 Candidatos compatibles
Si quieres que tu mastermind funcione, debes encontrar personas que sean compatibles tanto en carácter como en el estado de sus proyectos.
En carácter, porque si no te caen bien y no hay confianza, no les vas a contar nada de nada. Incluso aunque tengáis la regla de que de allí no salga nada, te va a resultar muy difícil abrirte y trasladar a los demás tus preocupaciones.
Y en el estado de los proyectos, porque aumenta las probabilidades de que paséis por situaciones similares, lo que aumenta la sensación de estar acompañado y además os permite obtener distintas perspectivas sobre experiencias comunes, enriqueciendo el proceso de toma de decisiones.
👉 Tiempo
Si no tienes tiempo que dedicarle a las reuniones y a las tareas que de estas reuniones se deriven, tu mastermind está condenado a fracasar. Será como esos otros proyectos que mueren porque no pueden ser una prioridad, y acabarán por tener un efecto muy limitado, si es que tienen alguno.
Dedícale tiempo. Acabará compensando.
👉 Compromiso
Contigo, y con los demás. En realidad, el hecho de contar o no con tiempo que dedicarle suele ser más una cuestión de compromiso que de agenda. Es decir: una cuestión de jerarquía a la hora de definir tus prioridades.
👉 Paciencia
“Todo llega a los que saben esperar”. Bueno, y a los que curran. Pero a veces los efectos no son inmediatos. O sí que hay efectos inmediatos, seguramente positivos, pero los buenos de verdad acaban saliendo a la luz en el medio plazo. Es recomendable que le des algo de tiempo a tu mastermind antes de que decidas si es lo tuyo, o resulta que no.

Cómo hacer un mastermind que funcione
Veamos ahora qué secretos se esconden detrás de un mastermind que funcione de verdad.
Algunos ya los intuirás y otros quizá te resulten novedosos. Esto es lo que consideramos imprescindible para que tu mastermind funcione:
Puede ser más o menos rígida, pero contar con una estructura os permitirá saber si cubrís todos los temas y si participan todas las partes asistentes. Si además, cada cierto tiempo, establecéis un rato para hablar del propio mastermind y la dirección que queréis que este lleve, facilitaréis que el mastermind evolucione con vosotros.
⭐ Un sistema de documentación
Llevar una especie de diario de viaje con el estado de proyecto de cada uno, los temas tratados y las impresiones generales que suscitan las reuniones permite evaluar el rendimiento del mastermind.
Además, facilitará la identificación de temas que aparezcan recurrentemente y de las necesidades que tengáis, que quizá pueden ser cubiertas por integrantes del mastermind, o contactos directos de estos integrantes.
⭐ Un sistema de reglas y sanciones
Dependiendo de la naturaleza del mastermind y del carácter de sus miembros, puede ser beneficioso dotarse de unas reglas y de un sistema de sanciones.
Este sistema de sanciones es muy recurrente en los mastermind de tipo rendición de cuentas, donde el incumplimiento de los hitos pactados da poder a otros miembros de establecer multas o penas de algún tipo.
Las sanciones pueden ser simbólicas, claro está, y las reglas no demasiado rígidas. Pero en un proyecto como un mastermind, los mecanismos que reafirmen el compromiso de los integrantes pueden ser muy útiles, habida cuenta de que la superviviencia del mastermind depende directamente de este compromiso. Y de la asistencia, claro.
⭐ Honestidad. Franqueza. Transparencia.
A menudo resulta más sencillo abrirse a otros en un mastermind si existe la regla de mantener silencio sobre todo lo que allí se hable. En masterminds entre empresarios y en masterminds de desarrollo personal, esta es una de las reglas más frecuentes.
Pero un mastermind también ve afectada su utilidad según el grado de honestidad de los integrantes a la hora de participar. A fin de cuentas, se trata de aprovechar el conocimiento y la experiencia de los demás. Si limitamos la información que tienen sobre aquello que deben opinar, estaremos adulterando el resultado.
Mastermind de éxito en SinOficina🌴
Vayamos ahora con la parte más suculenta del artículo. Y es que no hay mes que en Sin Oficina🌴 no se propongan tres o cuatro mastermind distintos.
Desde que empezamos como comunidad hasta ahora, nos ha dado tiempo de experimentar varios casos de mastermind y, aunque algunos no han tenido una larga vida, en general la sensación que los sinoficiners transmiten sobre los mastermind es muy positiva.
Algunos han encontrado sinergias muy interesantes, y han aprovechado el mastermind para estrechar vínculos profesionales que benefician a todas las partes.
En mi mastermind he conocido a mi media naranja para ofrecer servicio de diseño web más completo.
Baptiste PonsOtros mezclan distintos tipos de mastermind, y aderezan la puesta en común de ideas o temas con un sistema de rendición de cuentas.
Nos juntamos cada dos semanas para hablar de nuestro negocio. (…) Empezamos comentando cómo nos ha ido desde la sesión anterior. Compartimos penas y alegrías y nos damos palmaditas en la espalda. Si alguno ha tenido algún problema o le interesa algo en particular se propone como tema para tratarlo en próximas sesiones. Después dedicamos un tiempo al tema de la sesión. Tenemos un listado de temas que proponemos y votamos. (…). Terminamos con la revisión de tareas de la sesión anterior, si se han realizado o no, y por qué.
Alberto Navarro LujánY otros centran su temática en su desarrollo personal.
En cualquier caso, en Sin Oficina🌴 hay una cantidad considerable de masterminds. Algunos están abiertos a nuevos integrantes, otros no. Unos se reúnen con una frecuencia, otros con otra.
Pero lo que está muy claro es que quien se ofrece para crear uno, recibe respuesta siempre, sí o sí.
A nosotros nos gusta mucho la idea de ayudarse de otros para ser mejor. Y la de ayudar a los demás también, claro está.
A ti, ¿te hace un mastermind?