
Desde siempre, negocios, inversión y finanzas personales han sido estudiados como campos relacionados con las matemáticas y los números. Campos donde las decisiones se basan en datos, cálculos y fórmulas que nos dicen exactamente lo que debemos hacer. La realidad es que no tomamos decisiones financieras basándonos en una hoja de Excel. Tomamos decisiones en situaciones donde se combina entorno, ego, orgullo, incentivos y emociones.
En esta sesión veremos historias y conceptos para entender que tener una buena relación con el dinero tiene poco que ver con lo que sabemos o lo listos que seamos y mucho que ver con nuestro comportamiento y nuestro sentido común.
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