Te sonará la historia: fulanito monta un side project y se hace de oro en lo que tardas en decir “Milwaukee”. Forma parte de la narrativa hazte-emprendedor en la que todo es precioso y arcoíris y trabajar en la playa pero, ¿qué es un side project realmente?
Y, sobre todo: ¿por qué deberías tener uno (o no)?
Pues eso te vamos a contar en este post, con ejemplos reales de side project capitaneados por sinoficiners que están funcionando, y de qué manera.
Empezamos:

Qué es un side project
Se denomina side project al proyecto que lleva a cabo una persona fuera de su ocupación habitual. En español existen las expresiones “proyecto paralelo” y “proyectos personales” pero, como todo lo que tiene que ver con marketing y emprendimiento, la expresión anglosajona “side project” va ganando más terreno cada vez.
Como ves, el término es bastante genérico, y se utiliza indistintamente tanto para proyectos creados por afición como los que se crean por afán de monetización: es decir, con la idea de que sean pronto rentables.
Así, un side project puede ser creado y desarrollado por muchas razones. Para satisfacer un interés de una persona, para desarrollar nuevas habilidades o para explorar un mercado concreto, por ejemplo.
No importa por qué lo hagas. Ni siquiera importa si obtienes rendimiento económico con ello desde el principio, o si no lo llegas a obtener. Si tienes un proyecto con un desarrollo y una meta razonablemente clara a la que dedicas tu tiempo de ocio, puede decirse que tienes un side project.
Razones para tener un side project
Ahora bien, la mayoría de side projects que se popularizan por ahí se llevan a cabo con la idea de, al menos, recuperar la inversión económica que implicó ponerlas en marcha.
Si la cosa va bien y ya cubres los gastos, el siguiente paso es recuperar la inversión de las horas que has echado en el proyecto (comoquiera que las cuantifiques) y, si sale requetebién, entonces algunas personas aspiran a que se convierta en un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos e, incluso, en su ocupación principal.
¿Aquella historia de tu amiga la que empezó a hacer libretas y ahora tiene un imperio? ¿Y la de aquel amigo que se montó un set de iconos para el iphone en un par de horas y ganó 10.000$ en unas semanas?
Side projects que lo petaron. Ni más (ni menos).
Pero no nos engañemos. Los side projects que lo petan son los que con mayor facilidad salen a la palestra, pero por cada uno que triunfa hay muchos que no reciben tanto bombo y platillo.
Ni falta que hace: los side project sirven para que quien los lleva a cabo lo disfrute. Y, aunque no nos consigan una jubilación anticipada, hay muchas razones por las que tener un side project:
👉 Te permite desarrollar habilidades. Al enfrentarte a retos y problemas que debes resolver, y al desarrollar un trabajo por tu cuenta (o, incluso, si es con amigos), perfeccionas las habilidades que estás obligado a poner en práctica. Sí, habilidades técnicas y habilidades blandas, o soft skills.
👉 Facilita que conozcas gente interesante. Si das a conocer tu proyecto, o incluso si solamente empiezas a moverte en un sector determinado y participas en las conversaciones abiertas que tienen lugar en él, es más fácil que conozcas personas que pueden aportarte valor en el plano personal y profesional. Que no sabes dónde hay conversaciones abiertas en tu sector, ¿dices? Echa un vistazo a Twitter.
👉 Incrementas el valor de tu marca personal. Consigues completar un perfil de cara a tus grupos de interés, y trascender la “etiqueta” que pueda otorgarte tu ocupación principal. Esto tiene efectos en tus oportunidades laborales y personales, claro está.
👉 Puedes generar oportunidades de negocio e ingresos extra. Si bien no es obligatorio para un side project generar ingresos extra, a todos nos gusta un dinerillo a mayores. Las aspiraciones de monetización son frecuentes, aunque se dirijan únicamente a sufragar los gastos y tu proyecto requiera algo más de tiempo antes de ser rentable.
👉 Te conectan con otras partes de tu profesión e, incluso, de ti mismo/a. A menudo en nuestra ocupación principal no podemos desarrollar todas las competencias que nos gustaría, pero los side projects nos permiten explorar de nuevo esas áreas semi-abandonadas.
¿Te parecen razones suficientes para poner en marcha esa idea que te ronda la cabeza? Pues si aún dudas, espérate a ver estos ejemplos de side projects de éxito:

Side projects de éxito que quizá conozcas
Proyectos que nacen como side projects y que retiran a sus creadores o, al menos, se convierten en su trabajo principal. ¿Te interesa? Pues te traemos 5, y lo mejor es que cuatro de ellos son de sinoficiners.
Al lío:
Una compañía centrada en la traducción de ideas complejas al plano visual. Con su estética minimalista de blanco y negro y su popularidad, lo más seguro es que ya los conozcas.
Fue creado por Jack Butcher y ahora mismo ocupa a 2 personas a tiempo completo y una tercera a tiempo parcial… con unos ingresos diarios que superan los 3000$. Sí, has leído bien: 3000$ al día.
La joya española en lo que a análisis y gestión de redes sociales se refiere. La compañía de Juan Pablo Tejela (sinoficiner de pro) empezó como side project y ahora mismo es una de las plataformas más completas del mercado, facilitando la vida de miles de community managers y social media managers all around the world.
No te mentimos: están expandiéndose geográficamente y a nivel de servicios. Ya puedes programar tus redes sociales y conectar tu web, tu Google My Business y tus cuentas de Google Ads y Facebook Ads, además de tus redes sociales, y hacer informes para tus clientes en segundos.
🔵 Weremoto
El proyecto de Gaston Levy (también sinoficiner) se convirtió en apenas unos meses en un portal de referencia en la búsqueda y publicación de trabajos en remoto para Latinoamérica.
Si te mueves en el entorno digital y quieres probar en Latam, Weremoto es un buen sitio por el que empezar. Y si eres sinoficiner, recuerda que puedes ver la sesión que Gaston Levy nos dio hace unos meses. En ella cuenta cómo surgió el proyecto y cómo lo llevó a cabo, creado en su mayoría con herramientas no code.
Además, para que veas las vueltas que puede dar un side project: hace poco, Gaston vendió Weremoto y se ha quedado dentro del proyecto como parte del equipo.
A la cabeza de la mejor herramienta de análisis de estadísticas y rendimiento de podcasts está Carlos Tenor, sinoficiner de los de la vieja escuela. Que lleva con nosotros un tiempo largo ya, vaya.
Podstatus es una herramienta con presencia en 175 países, compite de tú a tú con compañías que levantan millones en rondas de financiación… mientras es nada más (y nada menos) que un side project. Nos ha dicho un pajarito que hasta sufre alguna técnica black hat de sus competidores… así que algo de ruido debe estar haciendo 😉
🔵 Nubily
Nubily es una plataforma de creación de academias online que te permite echar a rodar tu academia antes de que te des cuenta. Está capitaneado por Eduardo Salado (sí, también sinoficiner) y, como los demás ejemplos, nació como side project.
¿Aún crees que lo del side project es algo muy difícil… y no es para ti? Que si saber montar una web, saber programar… Quizá no te has parado a pensar aún en el beneficio que tiene combinar side projects con no code.
El mundo no-code y los side project
Si hay una tecnología que esté haciendo ridículamente sencilla la creación de productos digitales como side projects, esa es el no code.
Las herramientas no code permiten que puedas poner en marcha un producto mínimo viable de una idea de negocio en cuestión de horas. Esto permite validar esa idea muy rápido y dedicar el grueso del trabajo a ir refinando tu producto en base al feedback que puedan darte tus primeros clientes.
Pero el mundo no code no existe solo para lanzar productos digitales. También existe para hacer más fácil el día a día de cualquier profesional digital.
Las interconexiones entre herramientas y las automatizaciones permiten liberar tiempo y energía de tareas repetitivas y sin demasiado valor, para que puedas dedicárselo a cualquier cosa que tú quieras.
Desde explotar nuevos procesos creativos y explorar nuevas ideas… al descanso, que también es importante. Si tienes un side project, aunque el no code no sea tu primera opción para desarrollar tu producto, puede hacerte mucho más fácil los procesos de promoción, venta y atención al cliente.
Como para no tenerlo en cuenta.
De hecho, de los cinco proyectos de éxito que hemos comentado más arriba, dos pueden desarrollarse en su totalidad con herramientas sin código. Y algunas funcionalidades de los otros tres proyectos, también.
¿Del todo? Bueno, depende. Al menos, pueden desarrollarse lo suficiente para ver si hay demanda y si merece la pena echarlo a rodar.
Qué… ¿te apetece ya lanzar ese side project? Nosotros somos makers, ya lo sabes. Así que más que pensar, diseñar y elucubrar… nos encanta construir. Normal que nos encanten los side project.