Trabajar de pie está de moda. Ya sea con un escritorio elevable a motor o a mano, o a través de todas esas soluciones híbridas que elevan tu ordenador sobre el escritorio, los recursos para trabajar de pie son de lo más variado.
Pero, ¿de verdad es tan recomendable? ¿Tiene efectos positivos para la salud? ¿Y para la concentración, la creatividad y la satisfacción de quien trabaja?
Pues de eso vamos a hablar hoy en Sin Oficina🌴: descubre todos los secretos sobre trabajar de pie.

Cuándo deberías trabajar de pie y por qué
Hace unos años ya que en determinados entornos profesionales, trabajar de pie es una opción más que elige el trabajador a su gusto.
Los escritorios elevables, conocidos en la jerga anglosajona como “standing desks”, son frecuentes en grandes empresas como Siemens… y en la vida de muchos emprendedores sin oficina que deciden montar el despacho de sus sueños.
Ahora bien, trabajar de pie no es necesariamente más recomendable para todas las personas ni en todos los casos. Seguro que conoces a alguien cuya vida laboral ha implicado largas jornadas de pie. Después de unos años, ¿qué tal su salud?
Varices, dolor articular, vicios posturales. Trabajar largas horas de pie no parece tener muchos efectos positivos.
Y es que ahí está el truco: si trabajar de pie se ha puesto tan de moda en la oficina no es solo por trabajar de pie, sino por romper con la postura habitual de estar sentados, activar mejor el cuerpo y desarrollar ciertas tareas no solo de pie, sino caminando.
¿No nos crees?
Tendrías que ver una reunión del equipo de Sin Oficina🌴, la mitad nos pasamos un buen rato de pie, y hasta caminando. Dicen que favorece el pensar… pero antes de adelantarnos, veamos cuáles son exactamente esos beneficios de trabajar de pie.
Beneficios de trabajar de pie en la oficina
El sedentarismo es una lacra. Pasar la mayor parte del día sentado, especialmente si se hace por largos periodos, es ser sedentario.
Incluso aquellas personas que practican más de una hora de deporte al día, si pasan la mayor parte de su tiempo sentados y no se mueven mínimamente a lo largo del día, siguen siendo sedentarios.
Es decir, tienen el doble de riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, disminuyen su esperanza y calidad de vida e incluso mueren prematuramente entre un 20 y un 30% de ocasiones.
Si eres mujer y estás cerca de experimentar la menopausia, sus efectos son mayores. Para todos: obesidad, cansancio generalizado, propensión a lesiones. Estrés, ansiedad… la lista sigue y sigue.
Está claro que debemos movernos más.
¿Pero cómo podemos hacerlo, si nuestra vida gira alrededor de un escritorio y de una pantalla en la mayor parte de casos? De la cama al ordenador, del ordenador al sofá y la tele, y vuelta a empezar.
Pues podemos cambiar un poquito las cosas empezando a trabajar de pie.
Y es que no se trata de que trabajar de pie sea la panacea, sino que alternar nuestra postura contribuye a paliar ligeramente los efectos del sedentarismo.
Si además, a trabajar de pie le añades moverte por tu casa un poco cada hora y hacer algunos ejercicios muy limitados (como diez sentadillas, por ejemplo), el efecto es mucho mayor. Y si además das un paseo largo por la mañana y otro por la tarde… ni te cuento.
Los efectos, además, son muy positivos. Mayores niveles de energía, mayor capacidad de concentración. E incluso un poco de conductismo: cambiando la postura al estar sentados por otra, le decimos a nuestro cuerpo que puede trabajar y ser creativo sin depender de la silla.
¿El resultado? También mayor capacidad de estimular la creatividad propia.
Por todo esto, trabajar de pie implica una serie de beneficios que pueden ser muy interesantes para quienes trabajan con un ordenador, siempre que se haga alternando con otras posturas y en combinación con movimiento fuera del escritorio e incluso del lugar de trabajo, disminuyendo los riesgos asociados al sedentarismo. Todo suma.

Los riesgos de trabajar de pie demasiado tiempo
Aunque muchos de nosotros trabajemos con distintas modalidades de escritorios elevables y seamos partidarios de trabajar de pie, hemos de ser honestos: no es una solución para todo, ni para todos.
Menos aún si se piensa en trabajar de pie únicamente durante demasiado tiempo. Esto también implica sus riesgos. Te lo hemos introducido más arriba, y es que pasa algo muy aristotélico con la salud: frecuentemente, en la moderación está la virtud.
Pero, exactamente, ¿cuáles son los riesgos de trabajar de pie de manera estática durante demasiado tiempo?
Pues entre otros, los siguientes:
👉 Disminución del riego sanguíneo en ciertas zonas
👉 Fatiga muscular
👉 Mayor riesgo de lesión de ligamentos y tendones en las extremidades inferiores
👉 Mayor incidencia de lesiones en zona lumbar y pies: fascitis plantar, juanetes, etc.
👉 Complicaciones en las articulaciones, especialmente en la parte baja de la columna, caderas y piernas
👉 Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, a niveles similares a los que genera el tabaquismo y la obesidad
Como ves, volvemos a la misma idea: en la moderación está la virtud. Si te planteas trabajar de pie, asegúrate de que no va a ser un sustituto total de trabajar sentado.
Buenas prácticas si quieres empezar a trabajar de pie
Veamos ahora una serie de buenas prácticas a la hora de trabajar de pie.
Como comentábamos más arriba, cuando se trata de desarrollar trabajo digital manteniéndonos de pie, existen dos alternativas principales: elevar la mesa, o elevar el ordenador o dispositivo que utilicemos para trabajar.
Las mesas elevables implican un mecanismo en el que es el tablero el que queda a una altura tal que permite trabajar de pie, ya sea a través de un motor eléctrico o una manivela (es decir, manual), y los objetos que elevan el ordenador no afectan al escritorio, y suelen ser más económicos.
Ahora bien, decantarnos por una u otra opción depende de varias cuestiones, además de nuestras preferencias personales.
La más importante es la ergonomía. Respetar unas buenas prácticas al trabajar de pie no es capricho: determinan nuestra resistencia a la fatiga de la postura en cuestión, y la comodidad y la salud a medio plazo con la que trabajemos.
De hecho, una mala postura al trabajar de pie puede ser tan contraproducente como una mala postura al trabajar sentado, generando molestias e incluso lesiones en espalda, cuello y muñecas.
Por eso debemos tener en cuenta al trabajar de pie:
👉 Los codos deben situarse en ángulo recto con respecto del teclado y el ratón, o en un ángulo ligeramente superior.
👉 Las muñecas deberán reposar debidamente, para prevenir la aparición del túnel carpiano.
👉 La pantalla debe situarse a la altura de la vista. Si trabajas con un ordenador portátil y tanto si utilizas un escritorio elevable como un armazón para elevar el portátil, considera hacerte con un teclado y un ratón inalámbricos que te permitan mantener la ergonomía.
👉 El calzado debe ser cómodo, preferiblemente no plano y sin tacón excesivo. De hecho, puede alternarse con algunos ratos de trabajo descalzo y el uso de una almohadilla de descanso.

Otros consejos para trabajar mejor
Si lo de trabajar de pie no te termina de convencer, existen una serie de recomendaciones que puedes seguir para mejorar tu salud aun siendo sedentario.
Introducir el ejercicio regular en tu rutina y cuidar tu dieta y el descanso están fuera de toda duda. Pero mientras trabajas, puedes establecer descansos cada hora u hora y media en los que realices algún ejercicio de activación.
Estiramientos, sentadillas, algunos ejercicios de movilidad de todo el cuerpo… Esto te permitirá mantenerte alerta y conseguir que tu cuerpo (y tu cerebro) se reactiven.
Para prevenir la incidencia de miopía por el uso de pantallas, es recomendable que en estos descansos optes por mirar paulatinamente a través de una ventana, a distancias cercanas primero y más lejanas después.
Enfocar la vista en lugares tan cercanos durante tanto tiempo, como hacemos al trabajar con un ordenador, perjudica también nuestra salud visual.
Por otro lado, si cuentas con el espacio suficiente, puede ser interesante cambiar a lo largo de tu día el elemento que utilizas para sentarte. No hablamos de cambiar una silla con ruedas por una silla de comedor, pero sí valorar trabajar en distintos lugares durante pequeños intervalos de tiempo, e incluso poder hacer uso de una fitball, por ejemplo.
Esperamos que estos consejos sobre trabajar de pie te hayan resultado útiles. Algunas personas prueban trabajar de pie y no notan especial diferencia, pero también es cierto que trabajar de pie es una de esas cosas harto mitificada en el mundo del trabajo digital y la productividad.
La clave es probar si te funciona a ti, o no. Quizá para eso no necesites desembolsar nada todavía, y baste con encontrar una cómoda por casa lo suficientemente alta y una caja de cartón rígido, y empezar a experimentar.
Ya ves, en Sin Oficina🌴 te vamos a recomendar siempre un producto mínimo viable para testear si algo es lo tuyo, o no… hasta para trabajar de pie, claro.